Cinco bibliomanos se refugian en bibliotecas para escapar de la prisa y el ruido. Entre susurros, comparten pensamientos sobre el sentido de la vida, en una celebración al pensamiento, la obsesión y la resistencia cultural.
De niño, mi padre me llevaba cada semana a sacar libros. Cuarenta años después, sigo ese ritual con mi hija: libros para ella, libros para mí. A lo largo de mi vida, las bibliotecas se han convertido en refugios: en Helsinki, Estocolmo, París, Barcelona, Granada… Siempre fueron mi segundo hogar.
Refugios de papel es una película de encuentros con personas atravesadas por vivencias en bibliotecas. No desde la nostalgia, sino desde la emoción, el humor y la poética de resistencia que envuelve estos espacios y a quienes los habitan.
Durante el rodaje, el relato se transformó en una sinfonía coral sobre la intimidad: voces que susurran sueños, fracasos y refugios personales. Un collage libre que invita al espectador a perderse entre el vértigo de lo que fuimos y la utopía de lo que aún podemos ser.