José Corbacho y Catalina Solivellas se conocieron hace treinta años compartiendo escenarios, camerinos, risas y también alguna pena. Ahí empezaron a ser conscientes de lo terapéutico que puede llegar a ser el teatro en los momentos difíciles. Años después, e inspirados por El Quijote, deciden montar una versión libre de la novela de caballería, junto a actores y actrices amateurs de Mallorca con un diagnóstico en salud mental. El documental propone un viaje en el que José, Catalina y la maravillosa compañía creada para la ocasión comparten escenarios, camerinos, risas y también alguna lágrima.
Mi manera de acercarme a “En un lugar de la mente” ha sido desde una mirada sin prejuicios sobre la locura. Me interesa romper la frontera entre lo que llamamos cordura y su opuesto, y, como en El Quijote, observarla como una forma de libertad. Desde ahí, planteé este documental como una road movie que sigue de cerca el proceso creativo de la obra teatral, entendiendo los ensayos y preparativos como un viaje hacia un lugar que todos intuimos: la puesta en escena. La preparación está llena de situaciones surrealistas, en un juego constante entre documental y ficción que evoca El Quijote, pero trasladado al campo mallorquín. Contar con Catalina y Jose ante la cámara, junto a mi colaborador Joan Montserrat, me ha permitido explorar ese lenguaje, experimentando con momentos ficcionados en escenarios que van de playas y molinos de Mallorca a las entrañas de un teatro.